El arrepentimiento interno

Por David Arias Weil, Rabino y Vicepresidente II de la CCHIL

A diferencia de lo que sucede la mayor parte de los Shabbatot del año, en los que además de leer la Parashá, la porción semana del a Torá, la Haftará (sección de los Profetas que se lee después de la Torá) trata una temática similar a la de la Parashá; este Shabbat es distinto. A veces la relación entre Parashá y Haftará es una palabra, un concepto, una frase, el nombre de un lugar o una idea. En este Shabbat, el primer Shabbat del año, la propuesta es distinta. La Haftará no guarda relación con la Parashá, sino con el espíritu de los 10 día de arrepentimiento. Este Shabbat es conocido como Shabbat Shuvá, como el Shabbat del retorno y el arrepentimiento. Es llamado así en parte por las primeras palabras de la Haftará que leeremos que comienza diciendo:

“Shuva Israel Ad Adonai Eloheja ki jashalta baavoneja”. “Vuelve, oh Israel, al Eterno tu Dios, porque tropezaste en tu iniquidad” (Hoshea / Oseas 14:2).

El profeta hace un llamado al pueblo para que pueda volver al camino correcto. En estos días de perdón y comprensión, días de Teshuva, los 10 días de arrepentimiento entre Rosh HaShana y Iom Kippur, sentimos una sensación distinta en nuestro interior. Es en estos días en los que tendemos a perdonar más, a ser más piadosos y misericordiosos, expresando también una mayor comprensión hacia el prójimo.

A este Shabbat se le puede llamar también Shabbat Teshuva, literalmente el Shabbat del Arrepentimiento y el Retorno.

No por mera casualidad leemos esta Haftará en el primer shabbat del año. Rabi Yeshaya HaLevi Hurvitz en su conocido perush (comentario) Shené Lujot HaBerit (Las dos tablas de la ley), explica que una de las razones por las cuales tenemos esta Haftará es por que a través de la palabra Teshuvá תשובה podemos aprender las principales simbologías del proceso del arrepentimiento como lo era, al menos, en tiempos antiguos.

T – ת: Taanit (Ayuno).

S – ש: Sak (Una antigua costumbre decía que para mostrar duelo y arrepentimiento las personas utilizaban una vestimenta como de Saco, una tela muy delgada y roñosa)-

B – ב: Bejiot (Lágrimas, llantos y sollozos).

H – ה: Hesped (Palabras y eulogios).

U – ו: UTzdaka (Actos de justicia y equidad).

Entre duelo y arrepentimiento, estas costumbres fueron durante siglos símbolos inequívocos de un proceso interno profundo y sincero que fue externalizado a través de estas cinco actividades. Sin embargo, y casi de forma paradójica, ninguno de estos símbolos puede realizarse en Shabbat. El día sagrado semanal del pueblo judío, está por sobre toda señal de duelo. No se puede ayunar en Shabbat (excepto si es que este cae junto con Iom Kippur). Incluso cuando el 9 de Av un día de ayuno coincide con Shabbat, se lo posterga al día siguiente. En Shabbat vestimos ropas adecuadas a la alegría del mismo día. En Shabbat no se hace Tzedaká en forma activa como el resto de los días de semana, tampoco se hace el panegírico, ni hay llantos o lamentos públicos. Entonces, cómo puede ser, se pregunta Rabi Yeshaya HaLevi, que justamente en el primer Shabbat del año, ese Shabbat que simboliza el arrepentimiento, no podamos expresarlo públicamente por medio de sus símbolos clásicos.

Es porque este es el momento del proceso interno, de la introspección, de ser sinceros con nosotros mismos, escuchar nuestro corazón y respondernos sinceramente, si está bien lo que estamos haciendo o no. Hacer público el perdón, en la era de las redes sociales, no es algo difícil, un par de líneas en las que decimos “Perdono a todos y le pido perdón a todos”, agregándole lindos emojis, florcitas y caras felices, es la parte más simple. Empero, el arrepentimiento y el perdón honesto, ese es el verdadero y el más difícil. Perdonar a ese amigo que nos hizo daño y que no lo queremos perdonar, simplemente por orgullo. Pedir disculpas a aquella persona que sabemos que realidad no la herimos, pero que para ella es importante escucharnos pedir perdón… ¿Qué nos cuesta?.

Es por esto que enseñan nuestros maestros que en este Shabbat lo correcto es enfocarse en el proceso interno de Teshuvá, honesto y sincero, en el arrepentimiento del corazón. Unos días antes de que vayamos a llenar las sinagogas en Iom Kipuur y nos sentemos al lado de cientos de personas, viene Shabbat Shuva y nos dice: “Miren hacia adentro, vean qué pasa en su interior”.

El Sefat Emet, uno de los grandes maestros jasídicos solía decir que si en el primer Shabbat del año logramos cuidarnos y cuidar ese Shabbat, será entonces un buen augurio para los demás Shabbatot del año.

 

Shabbat Shalom

Gmar Jatima Tová.