Por David Arias Weil, Rabino y Vicepresidente II de la CCHIL
Un flechazo que nos une.
No hay seres humanos que valgan más que otros, aunque algunos crean que por su estatus así sea. Quienes crean que por poseer más o pertenecer (como si fuera realmente posible) a un determinado estrato social, son mejor o valen más, se equivocan. Más aun si basados en esa afirmación falaz tratan con desdén y desprecio a quienes no son parte del mismo grupo. Del otro lado, quienes por error crean que al poseer menos, o al no pertenecer a determinado grupo socio-económico, valen menos, también se equivocan; incluso si por estar en esa situación creen que otros los “superiores” les deben a ellos.
Parashat Nitzavim, la que siempre leemos antes de Rosh HaShaná abre con la siguiente frase:
“Vosotros estáis todos presentes hoy, ante Adonai vuestro Dios”.
(Devarim / Deuteronomio 29:10)
Todos, todas estaban presentes en ese momento, y de acuerdo a los exégetas, también en todos los momentos. El pacto que fuera concertado en Parashat Nitzavim nos dice que cada día se renueva, y que para eso es necesario que todos estén presentes, no sólo algunos, sino cada individuo y por eso la Torá abre esta Parashá con la frase que hemos citado. Lo extraño es que inmediatamente después de dar esta apertura en donde se dice de forma explícita que todos están presentes, la Torá detalla quiénes eran los mismos presentes:
“Los cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los varones de Israel; vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua”.
(ibid. 10-11)
Si ya estaba escrito que todos estaban presentes, ¿hace falta entonces detallar quiénes son? Si! Es totalmente necesario. Puesto que muchas veces cuando hablamos de “todos” no nos referimos sino a un pequeño grupo, los destacados; destacados para bien o para mal. Cuando decimos que ayudamos a los demás, ayudamos a quienes visiblemente necesitan ayuda, pero no a todos. En un colectivo del que son parte distintos componentes, se le debe dar espacio y lugar a cada uno de ellos, Am Israel no es la excepción, y esa unión la que lo mantiene vivo.
De acuerdo a un Midrash (Tanjuma Nitzavim 1), la expresión “Nitzavim” indica presentes, estoicos, de pie, y esto en contraposición a todas las barbaries que le han ocurrido al pueblo de Israel, tal como figura en otro versículo de la Torá que leeremos en Parashat Haazinu:
“Yo amontonaré males sobre ellos; emplearé en ellos mis flechas”
(ibid. 32:23)
En cada generación hemos recibido no uno sino cientos o miles de flechazos que han intentado acabar con nosotros, sin embargo, a pesar de todo, hemos permanecido… presentes, firmes, estoicos, Nitzavim. Si bien Dios ha empleado sus flechas en nosotros, dice el Midrash que el pueblo de Israel se asemeja a una madera a un pilar, que aunque las flechas lo claven, permanece de pie, estable. Por eso la Torá dice que todos están presentes, a pesar de todo lo que ha sucedido, a pesar de lo que nos pasa y de lo que seguramente nos seguirá sucediendo. Ahora bien, la clave para poder resistir el flechazo se encuentra también en el comienzo de Parashat Nitzavim: TODOS.
La única forma de sortear las vicisitudes de que nos tocan como pueblo, es enfrentándolas juntos, en la unión. No en una igualdad apologética, utópica y soberbia, sino desde el simple reconocimiento que hemos sido creados en igualdad de condiciones. En unos días, comenzará el año 5782, y el día de Rosh HaShana, como lo cuenta el Talmud, cada ser humano dará cuenta de sus acciones, cada uno de nosotros, sin ninguna diferencia. Por eso es también, que leemos Parashat Nitzavim siempre antes del comienzo del año, para recordar aquel flechazo que nos une.
Shabbat Shalom
Shaná Tová.
A la bendita memoria de Erich Weil Z”L, asesinado en la Shoá, Elul 5700, Septiembre 1940.
לעילוי נשמתו של אריך בן יהודה וייל ז״ל, נרצח בשואה, אלול הת״ש.
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