Por Sivan Gobrin – Periodista y Vicepresidente de CCHIL
“Tenemos un país fabuloso y suficiente material para mostrárselo al resto del mundo”
Emigró a Israel a los 6 años desde Argentina con su familia al kibutz Yechiam en la Galilea. Comenzó su carrera diplomática a los 30 años, pero sabía que quería ser Embajadora de Israel en Latinoamérica desde mucho antes. Hasta ahora fue Directora del Departamento del Golfo Árabe en el Centro de Investigación Política del Ministerio de Relaciones Exteriores. Cree fuertemente en el rol de la mujer en la diplomacia y se acaba de convertir en la nueva Embajadora de Israel en Chile. Sabe que hay desafíos, muchos, y también está dispuesta a afrontarlos de la mejor manera.
Como mujer que lucha por el empoderamiento femenino, ¿Qué obstáculos has visto en tu carrera diplomática por ser mujer en un ambiente donde mayoritariamente hay hombres?
Creo que tuve mucha suerte en mi vida, no me encontré con muchos desafíos, nunca sentí que por ser mujer me trataran de forma diferente, puede ser que haya pasado, pero estaba tan dedicada al objetivo que nada me molestaba. A los 12 años me preguntaron que quiero ser, ahí ya dije que quería ser embajadora de Israel en Latinoamérica. Mis papas siempre me apoyaron, fue fundamental. Fui a la Universidad y estudie Ciencias Políticas y Estudios Latinoamericanos. Estuve en Argentina trabajando para la Sojnut (Agencia Judía) un año de shlijut. Cuando volví, conocí a mi marido y él fue el que vio el aviso en el diario para hacer el curso de diplomáticos. Yo no quería hacerlo, a los 30 años él fue el que me empujo a concretar mi sueño. Soy muy afortunada, porque la carrera diplomática es difícil para la familia, y especialmente para la familia de una mujer. Tengo dos hijos chiquitos. Sin el apoyo de mi marido y mi familia, seria más difícil seguir esta carrera. Hoy en día, que conseguimos tanto para la igualdad de género, aún seguimos confrontando muchos desafíos. Hay muchas embajadoras hoy en día, y no me siento única, pero aun en Latinoamérica hay solamente dos embajadoras de Israel: yo y nuestra nueva embajadora en Argentina. En el Ministerio por primera vez, hay una mujer en alta posición en la Secretaria General del Ministerio de Relaciones Exteriores. Cuando hay más mujeres en puestos altos, nos acercamos más a la igualdad de género. Gracias a las mujeres que estuvieron anteriormente en el Ministerio, hoy en día es más fácil para mi recibir este puesto y sentirme una embajadora más. Pero aun queda un largo camino hacia la igualdad de género.
¿Cuáles son las grandes ventajas que tiene una mujer en el momento de tomar un cargo diplomático? ¿Existe alguna diferencia con un hombre
En la mayoría de mi carrera diplomática trabajé con el mundo árabe que es conocido como chauvinista. Cuando empecé a trabajar con políticos y diplomáticos árabes, tenía miedo de cómo me iban a aceptar como mujer y me recibieron genial. A pesar de todo, hoy en día ya también allí tienen mujeres diplomáticas y muchas extranjeras en altos puestos en compañías internacionales. En el Medio Oriente estamos rodeados de países que de a poco entienden que por un lado por apariencias tienen que demostrar que sí dan lugar a las mujeres, y segundo porque también ellos entiende las ventajas que tenemos. Creo que en la diplomacia las ventajas de las mujeres son claras: en general vamos más hacia el diálogo, y menos hacia el confortamiento, nos es más natural y se nota en los foros bilaterales y trilaterales. El diálogo es más sano y rico cuando hay mujeres alrededor de la mesa.
Hasta ahora estuvo en el campo de la Investigación. Cómo esos conocimientos te ayudarán en tu cargo como Embajadora de Israel en Chile
En el pasado fui enviada especial al Medio Oriente, y en mi último puesto en Jerusalem seguí trabajando con el mundo árabe. Cuando volví a Jerusalem de Berlín, decidí ser la directora del Departamento de los países del Golfo en el Centro de Investigación del Ministerio de Relaciones Exteriores. Lo que hacíamos era analizar la información de diferentes fuentes y ver cómo se puede usar para promover los intereses de Israel. Me interesa mucho el mundo árabe y fue muy interesante ser testigo del cambio que ocurrió en estos últimos años allí, en la actitud de nuestros vecinos hacia Israel. Especialmente en los países del Golfo y algunos de Maghreb. Creo que mi carrera diplomática me trajo a este momento. Recibí experiencias, ideas, y mucha información de lo que pasa en Medio Oriente que se va a poder usar en Chile.
No es tarea fácil representar a Israel, especialmente en Chile, donde el nivel de antisemitismo ha ido creciendo y donde la Federación Palestina tiene muchos recursos para hacer propaganda y mucho ruido. ¿Cuáles son las características esenciales que hay que tener en el cargo para poder enfrentar ese escenario? ¿Tienes algún proyecto o idea para trabajar el tema?
Quiero conocer bien a los actores y entender la situación. Es importante colaborar con la comunidad judía, ya que tenemos objetivos similares. El mayor desafío es la ignorancia, mucha gente en todo el mundo no conocen Israel y no entienden la situación en el medio oriente. Varios de los partidarios de BDS nunca estuvieron en Israel, y hasta no estuvieron en los territorios palestinos. Creen en una causa pero no hacen la investigación objetiva para tener los datos de lo que está pasando en estos lugares. Hay gente que llega a Israel por primera vez, incluso diputados, académicos, que se sorprenden al ver la realidad ya que vienen con una idea fija de que Israel es un país apartheid o militarista, y entienden que no es así. Obviamente no puedo traer a toda la población chilena a Israel, pero sí me gustaría crear un diálogo también con la Federación Palestina, tratar de ver qué tenemos en común, qué se puede hacer juntos. Revisando las Redes Sociales de algunos activistas es increíble leer las mentiras que traen.
En Chile el BDS está también muy presente, ¿qué crees tú son las medida que se deben tomar, como Embajadora de Israel, para combatirlo?
No creo que haya una solución mágica, si existiera ya lo habríamos eliminado. Lo que sí se nota que la organización mundial de BDS está disminuyendo de a poco, porque hay más deslegitimación al movimiento a nivel internacional. Una de las razones es porque hablamos más, no esperamos que las cosas desparezcan y se ha entendido que hay que tomar acción. Hay que hacerlo de forma inteligente, y ver cuáles son las mejores estrategias en cada país. Hoy en día se sabe que varios de los activistas del BDS son antisemitas, no se trata solamente de algo en contra de las decisiones políticas del gobierno de Israel, sino que no quieren que haya un Estado judío y eso hay que decirlo claramente y hay que sacarles esa máscara de la defensa de los derechos del pueblo palestino. Esos activistas no hacen mucho por los Palestinos, ni dan una solución al conflicto. Entiendo que los estudiantes judíos estén cansados de luchar día a día en las universidades, y por eso es importante trabajar en conjunto, incluso crear un diálogo con el que quiera y el que se pueda.
Hay un “core” de antisemitas que hacen todo lo posible para actuar en contra del Estado de Israel y hay otros que quieren realmente ayudar al pueblo palestino. Por otro lado quiero mostrar lo que realmente sí se hace en Israel, como por ejemplo organizaciones israelíes y palestinas que trabajan en conjunto, que tienen proyectos para niños judíos y palestinos, musulmanes y cristianos, eso existe y no se ve en Chile. Palestinos que van a trabajar en Israel, o que trabajan en Judea y Samaria en compañías Israelíes, eso hay que decirlo, no se sabe. Es mi obligación como embajadora hacer todo lo posible para demostrar qué es Israel de verdad. No es un país de camellos ni de soldados. Es Tel Aviv, es el norte, el Mar Muerto, Jerusalém, el sur, es mucho más.
¿Qué aspectos de Israel te gustaría que se muestren al resto de Chile? ¿Qué actividades o eventos se podrían hacer?
Creo que es muy fácil representar a Israel, con todos los desafíos, tenemos un país fabuloso que se creó de la nada, no es algo que sólo Ben Gurion lo dijo, uno ve lo que era antes. Mi kibutz por ejemplo, se desarrolló desde las ruinas de un castillo antiguo, tuvieron que luchar y creyeron en un sueño. Somos pioneros en innovaciones y cultura, hay un porcentaje alto de ganadores de premios nobel, las mejores multinacionales high tech del mundo están en Israel. Quiero que la gente conozca todo esto. Sé que hay desafíos, especialmente en Chile, pero no es un trabajo difícil representar a Israel, no tengo que inventar nada, tengo el mejor recurso: lo que es Israel. No hay que inventar argumentos porque existen. Es cierto que a veces es agotador tratar de convencer a otros que nunca estuvieron en Israel y no saben lo que pasa en el Medio Oriente pero esto es parte de ser israelí – compartir el Israel que tanto queremos. No sé si esa es la solución, pero si vamos convenciendo a gente de a poco, ellos marcaran una diferencia.
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