En medio de esta guerra, cuyos estragos se manifiestan tanto en el terreno de batalla como en el ámbito psicológico, nos encontramos frente a una realidad que ha dejado profundas huellas en la psique colectiva e individual. Desde el momento que las transmisiones en vivo evidenciaron la cruda realidad en territorio israelí, perpetrada por los terroristas de Hamás, nuestra comunidad experimentó una fractura en el alma. Las sombras del pasado se entrelazaron con la dura actualidad, activando complejos mecanismos en el tejido emocional del pueblo israelí.
En este contexto, los líderes de la Comunidad Chilena de Israel reflexionamos sobre el “día después”. Concentrando nuestras preocupaciones en nuestros jóvenes, soldados, sobrevivientes y sus familias, decidimos implementar un programa de ayuda psicológica.
Es esencial comprender que la guerra no solo deja cicatrices físicas; también deja profundas huellas en la salud mental. Por ello, convocamos a dos jóvenes psicólogas, Gal Dvorquez y Einat Berezin, para liderar este esfuerzo. A pesar de sus iniciales dudas por la falta de experiencia específica en traumas de guerra, comprendieron la urgencia de actuar sin vacilaciones.
Tras estudiar la situación y buscar asesoría, encontramos en Sandra Oksenberg, psicóloga chilena con vasta experiencia, una guía fundamental para la estructuración conceptual y de servicio que estábamos forjando.
Decenas de psicólogos chilenos se ofrecieron a brindar su ayuda a distancia, y nuestro desafío fue canalizar estos recursos de manera efectiva.
Gal Dvorquez tomó las riendas del proyecto y, con el respaldo de la exembajadora de Chile en Israel, ingeniera y destacada coach, creamos una plataforma de asistencia psicosocial.
El programa no solo está dirigido a la población chilena-israelí, sino que también ha extendido sus brazos a aquellos de habla hispana que, en medio de la adversidad, buscan apoyo y contención.
Bajo la dirección de Gal, se organizaron charlas con la colaboración de psicólogos chilenos, brindando herramientas para enfrentar los desafíos impuestos por la actual crisis a la sociedad israelí.
Las terapias individuales, iniciadas de manera online, representan un paso fundamental hacia la sanación psicológica, y se planea iniciar terapias grupales en un futuro cercano.
Esta estructura del proyecto se fundamenta en enfoques científicos avalados por la psicología y la psicología social, diseñados para gestionar eficazmente situaciones de crisis masivas. La psicoeducación, las sesiones terapéuticas individuales y las terapias grupales se han seleccionado estratégicamente para abordar no solo los síntomas manifestados, sino también las dimensiones únicas de cada individuo y del grupo en su conjunto.
El trauma ya se manifiesta en diversas formas, y en esta guerra, venceremos solo si somos capaces de enfrentarlo y gestionarlo. En este momento crítico, la salud mental se erige como un componente esencial de la resiliencia y la recuperación.
Te invitamos a apoyarnos en este proyecto. Tus donaciones no solo permitirán la atención de muchos israelíes, sino que también serán un pilar para la reconstrucción emocional de nuestra comunidad.
Recordemos que, así como cuidamos de nuestras heridas físicas, también debemos cuidar nuestras heridas invisibles. La salud mental se convierte en un refugio donde podemos encontrar fortaleza y esperanza en medio de la tormenta.
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