La relación entre el Estado de Chile y las comunidades de chilenos en el extranjero es un vínculo en constante construcción. Después de un periodo extenso de dictadura que vio en los chilenos en el extranjero un enemigo en el exilio, vinieron los años también extensos de una democracia que vivió en la tensión de aquellos que vieron en la diáspora chilena desde una noción nueva de la nacionalidad y territorialidad y otros que la vieron como un ente peligroso que podría cambiar el delicado equilibrio de dos bloques políticos en favor de la izquierda.

Fue así como la conquista del voto en el extranjero no se dio con facilidad, sino a través de muchas conversaciones y renuncias, y si bien esta llegó, mediada por las manifestaciones de chilenos a lo largo de todo el orbe, se dio muy limitada y sin un correlato de medidas que realmente integraran a los chilenos en el extranjero en alguna fórmula creativa

De forma paralela las poderosas organizaciones chilenas en el extranjero que vieron su leit motiv esencial en la lucha contra la dictadura no pudieron llenar un nuevo propósito con el advenimiento de la democracia, la mayoría desaparecieron o se mantuvieron en modelos de cierta defensa de la cultura y el folclore, que rara vez pasó  más allá de un encuentro para fiestas Patrias, unas empanadas y un vino tinto.

Luego la pregunta de la significación de las comunidades de chilenos en el extranjero es una pregunta que circula en grupos aislados, y desde el estado, si bien hay un interés de fomentar los contactos  comerciales o académicos que abren las comunidades en el extranjero, la realidad dice que después de 30 años de democracia los avances si bien existen , son insuficientes.

Los chilenos en Israel estamos en una situación particularmente ambivalente, pues si bien se calcula que somos unos 10 mil, entre los ciudadanos con nacionalidad chilena , la segunda generación y tercera, que potencialmente caerían en la categoría de connacionales, la participación de los chilenos en las votaciones presidenciales y el plebiscito ,que son las únicas instancias que la ley contempla para que ejerzamos nuestra ciudadanía ,son mínimas

De una población de diez mil, como dijimos, de los cuales elucubremos que unos 3 mil podrían votar. Sólo 231 están habilitados para hacerlo, y de esos, claro, el día mismo de la votación llegará quizás la mitad.

Esta votación simbólica se explica por varias razones, la primera es que no hay realmente una política para facilitar el ejercicio del derecho ciudadano, se exige un padrón electoral que puede hacerse solo en un lugar ,un día de trabajo, a horas poco cómoda,  en un sitio difícil de acceder, lo mismo para el día de votación. La opción de hacerlo online aun esta en habilitación.

Otras comunidades latinas en Israel, en circunstancias similares, como la peruana, tienen mesas móviles, o al menos varios lugares a lo largo del país donde pueden inscribirse y votar.

Sin embargo, aunque podemos quejarnos eternamente del empedrado también hay aquí una cuestión de responsabilidad personal e institucional. La Comunidad Chilena de Israel es la única institución legal en Israel, pero ciertamente hay un par de instituciones culturales de larga historia, como también un parde  grupos organizados a través de las redes que tienen llegada a cientos, sino miles de ciudadanos. A pesar de ello los únicos que trabajamos en ampliar el numero de habilitados para votar somos nosotros.

Este año nuevamente el tiempo apremia, y quedan un par de semanas para que los ciudadanos que así lo deseen hagan efectivo su cambio de domicilia y se habiliten para votar. No ya en las primarias, cuyo padrón ya está cerrado, sino para las presidenciales

Mientras nuestros números de votantes sean tan pequeños nuestra capacidad de influir en el mundo político chileno para mejorar la relación entre Chile y su diáspora será menor, luego hago un llamado urgente de que todo aquel que pueda cumplir con el cambio de domicilia electoral lo hagan ya, así como quien pueda y le corresponda votar en las primarias ejerza su derecho.

Este año seguiremos trabajando en ampliar nuestro numero de ciudadanos habilitados para votar, como estrategia de futuro, y por cierto seguiremos de todas maneras apelando a constituyentes y políticos para reflotar un tema de los chilenos en el extranjero  que ha sido invisibilizado del discurso político.

Hernán López

Director Ejecutivo de la CCHIL

.