“Lo que hay que medir en este caso, no es quien tiene más armas, más grandes y más potentes, sino hacia dónde apuntan esas armas”.
Las declaraciones que “condenan la violencia entre Israelíes y Palestinos” como quien dice “niñitos, dejen de pelear, no se peguen”, no ayudan de nada, no aportan, son irrelevantes y principalmente están fuera de foco. Condenar la violencia en forma igualitaria sólo demuestra la decadencia moral de quienes emiten tales declaraciones.
Publicar comunicados que dicen “vemos con preocupación esta nueva escalada de violencia”, demuestra que simplemente no entienden lo que está pasando aquí. Israel no eligió comenzar esto y ahora no pueden esperar a que nos quedemos de brazos cruzados.
Las fuerzas de un lado y del otro no son equiparables, no por la “potencia” que tiene Israel, ni por la aparente desventaja del Hamas, sino por las intenciones de los ataques del grupo terrorista. Lo que hay que medir en este caso, no es quien tiene más armas, más grandes y más potentes, sino hacia dónde apuntan esas armas.
Los misiles que dispara el Hamas (más de 1000 en 36 horas) están siendo deliberadamente lanzados hacia población civil israelí. En las últimas horas han muerto 5 civiles, entre ellos árabes musulmanes de ciudadanía Israelí. Se estima que entre un 25% y un 30% de los lanzamientos de cohetes desde Gaza, caen o explotan dentro de la Franja, Hamas no tiene respeto ni por la vida de los suyos.
Desde el lado Israelí se hace todo lo posible para proteger a los ciudadanos. Ayer en la ciudad de Ashkelón, un misil impactó directamente en una escuela, la noche anterior se había decidido suspender las clases en la zona sur del país, gracias a una decisión inteligente, no hubo víctimas que lamentar. Hamas utiliza escuelas, para lanzar misiles (esto ya fue demostrado el 2014). Si vieron las “crudas imágenes” de un edificio siendo derrumbado en Gaza por parte de las fuerzas DE DEFENSA Israelíes, sepan que antes de atacarlo, quienes se encontraban en el edificio y en las zonas aledañas, fueron advertidos recomendándoles despejar la zona para evitar el daño a inocentes. Israel sabe exactamente donde atacar, lo hace con precisión, y poco a poco va dando resultados. Han sido eliminados varios líderes de distintas facciones tanto de la Jihad Islámica como del Hamás. Sí, hay víctimas inocentes, pero esas no se las pueden cargar a Israel, esa es responsabilidad del Hamas. Cuando la gente dice “lamentamos las víctimas de un lado y del otro” lo hacen como un acto de humanidad y está bien, al mismo tiempo no hay que olvidar que parte importante de las víctimas de Hamas estaban dispuestos a morir por la causa. Una niña árabe israelí, residente de Lod, de tan solo 16 años fue asesinada por un misil mientras preparaba la cena para dar término al Ramadán, me imagino que eso es bastante más lamentable que otras víctimas.
Israel no está exento de responsabilidades, el mal manejo del tema con Gaza llevó al Hamas a actuar, y hoy los ciudadanos pagamos el precio de una mala gestión. Hay muchas fallas en cuanto a información de inteligencia, hay poco control de lo que pasa dentro de las “ciudades mixtas” de Israel: Jerusalén, Aco, Lod, Haifa. Cientos de manifestantes árabes musulmanes, quemando sinagogas, autos de judíos y otros.
Creer que esto es una “nueva escalada de violencia” por las celebraciones del día de Jerusalén o por el conflicto en el barrio de Sheih Jarrah, o por las restricciones que Israel puso ante la celebración del Ramadán, es ser absurdamente inocentes. Las manifestaciones en ciudades Israelíes, el lanzamiento de misiles, las protestas en Jerusalén y en el Monte del Templo, no son una reacción espontánea de una población cansada de la “ocupación”, es una sinfonía del terror compuesta, orquestada y dirigida por Hamás.
Israel no está dispuesto a bailar al compás de esa música, y el concierto está lejos de terminar.
David Arias, Vicepresidente de la Comunidad Chilena de Israel