A media mañana del 25 de agosto del 2018 entraron al mausoleo de Yasser Arafat, en Ramala, tres jóvenes políticos chilenos del Frente Amplio, activistas antisionistas, invitados de forma especial por la OLP. Al día siguiente visitarían el poblado de Nabi Salih para reunirse con los Tamimi, connotada familia de terroristas, y en particular con Ahed, el conchito de la familia, de 17 años , famosa por provocar soldados israelíes violentamente frente a la prensa y usar su condición de menor para salirse con la suya.
Uno de estos activistas se convertiría, años después, en presidente de Chile, pero no renunciaría nunca a su condición de activista en la demonización de Israel.
Después del grosero incidente entre Chile e Israel, en que el propio presidente Boric desairara a un país amigo, las tentativas de tratar de superarlo no se hicieron esperar, y la misma canciller Urrejola, la subsecretaria Fuentes y el asesor Carlos Figueroa hicieron todo lo que estaba en sus manos para convencer al Embajador Artzyeli de que el incidente debía quedar atrás por el bien de ambos países.
En esa línea el mismo Gil Artzyeli declaró a la prensa, apenas unas horas ocurrido el problema, que esperaba pudiera “darse vuelta la página” en la medida que recibiera las credenciales.En Jerusalén el asunto no se vio de la misma forma y la bola de nieve empezó a girar.
Entonces un hecho común, meramente protocolar, como es la recepción de credenciales se cargó de una sorpresiva connotación política.
La obsesiva posición de Boric ante Israel se basa en que, en su visión, como en la de muchos progresistas chilenos, Israel ocupa territorio árabe ilegítimamente, viola los derechos humanos de los árabes, implementa un estado de apartheid y ejecuta un genocidio, todas ellas acusaciones tan graves como falsas.
El nuevo embajador de Israel tomó el toro por las astas y en entrevista, sospechosamente cordial, con Nibaldo Mosciatti contestó a cada una de estas acusaciones y contestó una extra, particularmente controversial y simbólica, el asesinato de niños.
Es relevante recordar que todo el incidente y la repentina decisión de Boric se argumenta como una reacción de Chile al supuesto asesinato de un niño árabe.
Artzyeli explica ante las cámaras de Bio Bio que la acusación de asesinato de niños es algo muy profundo en el inconsciente de occidente y se remonta al antisemitismo de la edad media, y en el caso concreto del muchacho se trató de un terrorista armado que cayó en confrontación con soldados israelíes.
Sin entrar en detalles de la muy clara explicación del embajador israelí queda dando botes la pelota en un concepto, si las acusaciones de apartheid y genocidio son falsas y propias de activistas que demonizan a Israel, en palabras del mismo embajador, y que no se busca una mera y legítima crítica política a las acciones del gobierno Israelí, sino que se trata de una forma de antisemitismo.
Y si la acusación de matar niños es también un clásico de los clásicos del antisemitismo.
Y si es el mismísimo Boric quien ha hablado reiteradamente del supuesto apartheid israelí, del genocidio que ejecutan sobre los árabes y además de la muerte de niños, entonces es el mismo presidente uno de los activistas de la demonización a Israel y del antisemitismo más rancio.
¿Entonces si el mismo Boric es un antisemita cómo se supone que vamos a dar vuelta la página con la mera recepción de las credenciales?
Pues porque simplemente esto no pasará hasta que el presidente deje de usar su investidura para hacer activismo antisemita.
Eso explica mucho del mensaje de gestos que Israel está implementando, que el embajador de Israel se vaya a presentar en la moneda junto a la embajadora de USA Bernadette Meehan es una señal clarísima de que están subiendo la apuesta y que no se va a aceptar este trato a Israel.
¿Qué va a pasar en la reunión del 30 de septiembre? Boric se disculpara o no, ya casi no es relevante, porque lo que NO va a pasar es que Boric deje de ser Boric el antisemita y se transmute en un ser prudente. Y lo que tampoco va a pasar es que Israel vuelva a su situación anterior donde muchos embajadores miraron para el lado y dejaron que el monstruo del antisemitismo creciera a este nivel en Chile.
Boric no ha mostrado deseo real de bajar el tono, nos mencionó en su discurso de la ONU junto a otra lista de países violadores de derechos humanos, hizo esa torpe alusión a que los judíos de Chile no serían perseguidos. Sin contar las declaraciones contradictorias de canciller Urrejola, que un dia se disculpa ante el presidente israelí Herzog en el funeral de la reina de Inglaterra y luego dice que no se disculpó realmente, y claro, como no podía faltar la ministra Vallejos volviendo a hablar de los niños árabes supuestamente muertos.
Tampoco el entorno parece dar la mano a torcer en USA el Senador Rubio fue clarísimo en que la afrenta a Israel era inaceptable, y se ha especulado mucho respecto a lo que realmente pasó en las reuniones de New York con los inversionistas norteamericanos, parte de ellos judíos, y la delegación chilena.
Israel está en elecciones y nadie va a querer verse cómo débil, menos en un tema tan sensible., ¿qué se va a hacer exactamente?, pues ya veremos, pero seguro aquí nadie ha dado vuelta la página. Al menos no por ahora.
Hernán López
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