Shir y mi hija Anahi eran amigas, tenían casi la misma edad, crecieron muy cercas una de la otra, iban a las fiestas juntas ,compartían las mismas amistades y además se enrolaron en el ejército paralelamente siguiendo prácticamente la misma carrera militar, sólo que el destino llevó a Shir al sur y a Anahí a otro sitio
El cuerpo sin vida de Shir ha sido encontrado, mi hija me acaba de llamar deshecha en un llanto amargo y entrecortado, como son siempre los llantos de muerte, llantos convulsos rodeados de largos silencios.
Me pilló justo cuando quería responder la declaración del partido comunista chileno justificando las atrocidades de Hamás
Comunistas de Chile, donde el odio de Hamás se desató con más ignominia fue en los kibutzim, las mismas comunidades que durante años le han dado trabajo a los palestinos de Gaza, las mismas que han sido defensores incansables del proceso de paz, las mismas que contenían a algunos de los más destacados defensores de los derechos del pueblo palestino.
Fue ahí donde los escuadrones de muerte de los islamistas pasaron casa por casa asesinando a familias enteras, bebés, ancianos, mujeres. Fue ahí también donde se ejecutó el masivo secuestro y la mayor destrucción. Fue ahí, en Nahal Oz, donde cayó Shir defendiendo a sus soldadas.
Mi hija Anahi, como los kibutznikim no sólo cree en la paz , sino que creció con niños árabes, conoce su lengua, sus costumbres, sus comidas, sus familias, sus fiestas. Anahi es el futuro de este país, es la tolerancia, es la fortaleza.
¿Pero qué saben los comunistas chilenos de mi hija o de Shir?, visten uniformes del ejercito y defiende a su patria así que las llamarán con epítetos de la guerra fría, altisonantes y patéticos como es siempre la ignorancia.
¿Qué saben ustedes, comunistas chilenos, de cuando Anahí les enseñaba coreografías de baila a sus amigas árabes a los seis años, o de cuando llegaron a su fiesta de Bat Mitzva y su amigo árabe Jihad fue el más entusiasta bailarín¡
¿Qué saben ustedes realmente de cómo se tejen las vidas en esta parte lejana del mundo?, no saben nada, no quieren saber nada más que repetir un mantra dictado desde Irán!
Viven encerrados en un discurso mentiroso que valida a asesinos misógenos, criminales fanáticos que no dudan en sembrar sólo muerte y la destrucción.
Mi padre, el abuelo de Anahi era socialista en Chile y para el golpe militar fue denunciado por un vecino comunista, un traidor. Mi padre sobrevivió y nunca hizo nada por sembrar en mi odio, pero en mi mente juvenil lograba vengar las torturas y vejámenes a los que fue sometido mi padre castigando a este traidor. Traidor a la clase obrera, traidor al ideal de una sociedad mejor.
Señores comunistas son ustedes unos traidores, se han aliado con lo que representa justo lo contrario de nuestros sueños de un futuro mejor
Los asesinos de Shir, los enemigos de los kibutzim, los enemigos de la izquierda israelí, esos son los que ustedes han elegido secundar.
No pido comprensión de ustedes ,porque ustedes ya eligieron de qué lado de la historia van a estar, pero si les digo una cosa, el futuro de este país está en manos de gente como Anahí y Shir, y será mi hija, y los miles de jóvenes que defienden Israel, los que no dejarán morir lo mejor de su amiga.
Y si¡¡¡, ahora se han granjeado una enemiga feroz, porque mi hija y todos los israelíes no vamos a dejar impunes a los asesinos, y si ustedes van a estar del lado de Hamás, prepárense porque la sombra se acerca, el ocaso de esta máquina de terror se está reuniendo a las afueras de Gaza, 50 mil hijos de Israel van a vengar la sangre de Shir y de todos aquellos inocentes que perdieron la vida en estos días.
Por ti, shir, la acribillada, la caida en el kibutz Nahal Hoz, la que defendió a sus soldadas hasta el final, la amiga de mi hija
Shir se levantará de la muerte 50 mil veces y como un tornado, como el ángel de la muerte, como un fuego recorrerá las calles de Gaza y serán muertos los perversos, los dictadores, los asesinos de niños, los crueles, los villanos, y cuando el silencio lo cubra todo de nuevo, Shir volverá a visitar a Anahí a Gezer, y volverán sus risas, sus bailes, sus cantos a flotar entre los campos y los olivos, desde las colinas de Judea hasta Jerusalén.
Hernán López