Los Acuerdos de Abraham cumplen un año y esta normalización de relaciones con Emiratos Árabes tiene mayores ambiciones que las que pensamos….
Hace más de una década que se escuchaba que Israel estaba manteniendo una suerte de cooperación con países del Golfo y hace unos pocos lustros era común en el mundo del High Tech saber que Israelíes visitaban Emiratos Árabes Unidos en conferencias, exposiciones y ferias. Ya para el 2020 en plena pandemia de COVID-19 se aseguraba que había un eje conjunto para enfrentarla.
Israel dió la bienvenida a la paz, este acuerdo de normalizaciones fue recibido con un fuerte entusiasmo. Casi al unísono se sumó Bahrein, para luego extenderse con Sudán y reanudar las relaciones diplomáticas con Marruecos.
Los Acuerdos de Abraham con EAU han mostrado de inmediato un carácter distinto a las paces firmadas con Egipto y Jordania – cuyas paces son consideradas “frías”. Primer lugar son acuerdos de “paz por paz”, sin tener que ceder Israel territorios o derechos especiales. Lo segundo es el vigor de los acuerdos que se reflejan en el intercambio comercial: Con Egipto (excluyendo los acuerdos energéticos) no superan los 20 millones de Dólares y con Jordania los 100 millones anuales. Con EAU superaría los 1000 millones de Dólares para este año 2021. Todo esto hace pensar que los Acuerdos de Abraham marcan un cimiento más contundente que el que tuvo la paz con Túnez en la década de los 90s. El acuerdo resistió el enfrentamiento de Israel con Hamas en Mayo de este año, algo que el acuerdo con Túnez no pudo con la segunda intifada del 2000.
Pero existe un tercer factor de gran importancia: EAU es un país árabe con la mayor visión occidental de los conflictos del medio oriente. Haciendo pensar que en el futuro debiera tomar un rol de moderador en la región, no sólo con Palestina sino también con Irán; sirviendo como puente para nuevos acuerdos de normalización de relaciones con otros países. De hecho se está hablando de Indonesia como el próximo país para entablar relaciones y la “guinda de la torta” Arabia Saudita.
Los cambios podrían ser tan profundos como el considerar a Israel como un enclave colonial a ser un socio estratégico regional por parte del mundo árabe y para los Israelíes los cimientos de una paz sólida junto al restauración de la amistad milenaria con el mundo árabe.
Daniel Weinstein
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